—Somos sus armas—yo le miré sin decir nada—. No nos crean y nos entrenan para ser el ejército de la Nación, nos crean para ser el Coco, para ser el miedo. No somos los héroes de la humanidad, Auswitch, somos su peor pesadilla.
Tampoco era tan sorprendente después de todo. Aunque por aquel entonces aún no lo sabíamos, nuestros nombres representaban puras pesadillas de la antigua humanidad. Nos habían criado para representar las cicatrices de una Tierra que estaba ahogada en ellas. El Gobierno no quería vivir en paz en la nueva comunidad que había logrado construir, quería el control.
Y lo tenía. Nos controlaban mejor de lo que ningún hombre hubiese podido controlar jamás a un colectivo. Nos tienen engañados mirando una pantalla de humo mientras por detrás nos apuntan con toda la munición militar que han podido recoger a lo largo de los años. Y la abducción es la primera línea de defensa de esa disposición militar que separa al pueblo del Gobierno que juró protegerles. 

4 comentarios:

  1. El puto gobierno... Sólo piensan en ellos mismos,le da igual lo que el resto del país haga por su propio país. Mientras ese ejército lucha por un país jugandose la vida, el gobierno solo busca dinero aprovechándose de cualquier situación. Es una pena que haya que verlo así, pero últimamente es lo que nos demuestran, ningún político en nuestro país merece ahora mismo la pena.

    ResponderEliminar
  2. Creemos que somos libres pero no existe la libertad que nos adjudicamos. Desgraciadamente, todos nos controlan de una manera u otra y esa es su victoria, que no lo sepamos.

    ¿Pertenece a una historia más larga? Me ha picado la curiosidad Auswitch, espero que hables más de él :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una historia larga y Auswitch e Hiroshima son solo la punta del iceberg :) Tal vez cuelgue más de su historia por aquí, aunque aún está por ver.

      Eliminar
  3. Lo peor de todo es que nadie sabe que somos sus armas, como bien dices. Todos creemos que ellos son las nuestras, para defendernos, pero es totalmente al contrario, nos dominan, guían y nos hacen llevar a cabo cosas que ni nos damos cuenta que hacemos, ni nos replanteamos que nos han dicho que hagamos tales trabajos y así nos pasa, así nos va y así nos irá hasta que no pongamos un "alto al fuego" de nosotros mismos.

    (abrazo)

    ResponderEliminar